Pete no nació ciego. A causa de una enfermedad fue perdiendo la visión paulatinamente. Siempre fue un artista, de hecho estudió escultura en Boston y arte en San Francisco. Su relación con la fotografía comenzó cuando ya no podía ver, pero tenía si, una inmensa necesidad de expresar toda su creatividad. Se asesoró en comercios de fotografía, habló con gente, aprendió una disciplina meramente visual sin usar su sentido de la vista.

Y los resultados son los que pueden observar en la galería de este post. La descripción que hace él mismo de su trabajo es simple, no trata de describir el mundo de los que no ven, sino todo lo contrario, intenta describir un mundo meramente visual a través de sus otros sentidos. Todos sus recuerdos y emociones, los sonidos y el tacto son sus aliados ahora y de ellos se tiene que valer para realizar su obra.

Algunos no creen que sea ciego, pero él se define: “Si soy una persona visual, pero no puedo ver.” Se siente un turista en el mundo de los que vemos. Pete hace sus fotografías en la oscuridad absoluta, luego “pinta” con la luz lo que ve en su mente mientras percibe ese momento.